Maider me pasa una noticia de El País sobre la identidad y el juego en Internet de Jesús Ruíz Montilla. Se ve que Second Life ha despertado de nuevo las pasiones sobre los juegos de identidad que ya planteaba Turckle y que fueron severamente cuestionados en los 90, ya que los estudios empíricos mostraban que la gente seguía pensando su identidad en términos modernos y esencialistas y que no distinguía entre su vida online y offline. ¿Era exagerado? Para según qué parece que sí, que creamos mundos paralelos y para según qué no… ¿o los cruzamos cuando nos da la gana? La cuestión es, una vez más, la idea de que la creación de un avatar en un juego online te permite vivir otras vidas en otros mundos que no estan en este, que la cosa no es de niños y adolescentes, como se pensaba, si no de gente normal y corriente, y se enlaza con la construcción de la identidad en nuestros días. Según el artículo: «En general no somos ya sólo lo que elaboramos o producimos, sino lo que consumimos y jugamos.» Es curiosa esta fotocomposición de Somnoliento junto a su avatar en Second Life. Ambas imágenes son muy parecidas… eso sí, un poco más de paquete en el avatar, más modernillo y estilizado.
mediaciones 
Supongo que el que escribamos de lo mismo es un buen indicio ¿no? 😉
ui! te contesté en tu blog, espero no distorsionar a tu selctores!
Pero sí, el tema de los dobles, alter egos, heterónimos, sombras y almas siempre me ha fascinado!