Hace tiempo que escribí sobre etnografía digital en un antiguo blog en mayo del 2007. Puesto que es la entrada que sigue siendo la más activa, me permito actualizar su contenido.
La propuesta de la «Etnografía digital» es explorar las formas en que podemos utilizar las tecnologías digitales para hacer etnografia. Estas tecnologías incluyen desde la cámara de fotos digital, la cámara de video (idem), la interacción en Internet o las páginas web, las redes sociales, etc. pero sobre todo, significa la incorporación de Internet y de otras tecnologías de la comunicación y de la información para la investigación antropológica.
Como siempre, lo «digital» se utiliza como sinónimo de «online» o «virtual», de manera que muchos utilizan el adjetivo “digital” para hacer referencia a las etnografías que se realizan online, es decir, el trabajo de campo que tiene un fuerte componente de investigación que transcurre en y a través de la red. Me explicaré. Hay tres formas de entender eso de la “etnografia digital”:
1) La utilización de tecnologías digitales para la producción y difusión de conocimiento antropológico. Las tecnologías digitales -como la cámara de video- se utilizan para registrar los datos y la red se utiliza para la «publicación», como punto de llegada, pero la investigación no tiene porqué tener un componente online. Es el ejemplo del trabajo de Bruce Mason sobre la etnografía que llevó a cabo en el museo de la ciencia. Las técnicas de registro incluyen el cuaderno de notas, la cámara digital (de fotos y de video), el registro digital en audio de las entrevistas… pero lo que se destaca es que los resultados se presentan en formato web y de forma accesible en Internet. Tiene su precedente en las etnografías multimedia o hiperetnografías.
2) La utilización de Internet para conseguir datos sobre temas que nos interesan. Se trata de “trasponer” o adaptar a la comunicación mediada por ordenador las técnicas de la entrevista, el focus group o el cuestionario para indagar sobre temas de lo más diversos, como la afición a la jardinería, la intención de voto o las percepciones de los pacientes sobre como funciona la seguridad social (aunque puede incluir encuesta de usos sobre Internet, o adicción a los videojuegos por ejemplo) . Se trata pues de utilizar Internet como método para la obtención de datos sobre cualquier temática. Tiene su correlato en el desarrollo de metodologías específicas desarrolladas a través de la red. De lo que se trata entonces es analizar las características de estos datos textuales, visuales o audiovisuales obtenidos a través del correo electrónico, encuestas online, focus groups en foros electrónicos, etc. Pero también en el uso de Internet como un «repositorio» de representaciones sobre determinados fenómenos de la vida social, como por ejemplo, las imágenes que la gente cuelga en Internet como forma de acceder a las representaciones contemporáneas sobre el cuerpo.
3) La investigación que incluye Internet objeto de estudio y lugar de desarrollo del trabajo de campo etnográfico. El investigador participa en la interacción online e incluye las prácticas digitales de los sujetos investigados, por decirlo de algún modo. Este tipo de etnografías digitales se diferencia de las anteriores en que la mayor parte del trabajo etnográfico se desarrolla en la red y se ocupa también de como la gente usa este medio para sus propios fines y tareas. Dentro de este tipo de etnografías cabrían las “típicamente” digitales, como el estudio de una comunidad virtual, de un mundo o juego virtual o de las prácticas al rededor de Youtube. Un caso ejemplar es el estudio de Boellstorff sobre Second Life.
4) Etnografías online/offline. Pero también cabría dentro del término de «etnografía digital» otras etnografías que tuvieran en cuenta las prácticas online de los sujetos de estudio sin descartar sus conexiones con la vida cotidiana. Por ejemplo, Si estudiamos el activismo de un colectivo como el mapuche, no podemos obviar cómo integran el uso de Internet en sus estrategias políticas o en la forma de organizarse. Si estudiamos un fenómeno relacionado con la inmigración, no podemos olvidar el papel que juegan las nuevas tecnologías de la comunicación en el mantenimiento de vínculos sociales con la comunidad de origen, etc. Es decir, en este caso, las TIC no son solo un medio que utiliza el etnógrafo, sino un medio que utilizan también sus sujetos de estudio y, por tanto, este medio es parte del objeto de estudio y parte del “campo” donde se desarrolla la investigación. Un ejemplo clásico es el trabajo de Daniel Miller y Don Slater sobre Internet en Trinidad.
En todos los casos, sea como sea, las aportaciones desde la reflexión sobre la experiencia del trabajo de campo online son útiles para cualquiera de las etnografías que incorporen de pleno o tangencialmente las tecnologías de internet. Y es que hoy en día prácticamente no hay sujeto ni objeto de estudio que quede al margen de estas tecnologías.
Del mismo modo que las reflexiones sobre la mediación tecnológica sobre la cámara en antropología visual abrieron el camino hacia una etnografía reflexiva sobre los procesos de mediación tecnológica en el trabajo de campo, también la etnografía digital puede servir para revitalizar los métodos etnográficos…
Para más sobre métodologías digitales y etnografía, se puede consultar en castellano:
Estalella, A. Ardévol, E. 2010. Internet: instrumento de investigación y campo de estudio para la antropología visual. Revista Chilena de Antropología Visual.
Ardévol, E. Estalella, A. Domínguez, D. 2008. La mediación tecnológica en la práctica etnográfica. Actas del simposio en el XI Congreso de Antropología, Donosti.
Murua Anzola, Iñaki. 2007. Internet, campo y herramienta de investigación. Revista Electrónica Teoría de la Educación.
Y también:
Téllez, Anastasia. 2003. Nuevas etnografías y ciberespacio: reformulaciones metodológicas. Congreso Cibersociedad.
Ardèvol, E; Bertran, M; Callén, B; Pérez, C. 2003. Etnografía virtualizada: la observación participante y la entrevista semiestructurada en línea, Athenea Digital, UAB. Primavera.
Y también:
ver un gráfico muy chulo que presenta los distintos desarrollos y exploraciones en el blog «principio de incertidumbre» donde hay una reseña del artículo de la Revista Chilena.